domingo, 26 de diciembre de 2010

Temor de perdida vs miedo al rechazo


¿Alguna vez te ha pasado que te encuentras a una mujer atractiva (U hombre, pues estos artículos también pretenden servir de guía a la comunidad femenina) y querías hablar con ella (el) y nunca pudiste? A todos nos pasa. A mí me pasa, a menudo…

¿Porque no simplemente sonreímos para aliviar un poco la tensión y comenzamos a hablar? ¿Qué hace que nos quedemos inmóviles y taciturnos?

Los expertos en psiquiatría han encontrado el origen, los síntomas y los tipos de fobias, las cuales son miedos persistentes a determinados objetos, situaciones o actividades, que generan ansiedad a determinado sujeto e impiden su libertad.

Se dice que aquellas personas que en su infancia temprana o adolescencia tuvieron miedo hacia alguna actividad o situación peligrosa, fueron las que más las evitaron, que quizá haya una predisposición genética. Eso se traduce en que si tus padres no tuvieron habilidades sociales destacables, quizá adoptaste genéticamente su inhabilidad… Hablando genéticamente, y no inteligentemente… Gracias mamá…

Por otra parte, puede que tus padres hayan sido buenos maestros de los juegos sociales, no obstante te pudo haber ocurrido, que cuando te acercabas a una persona atractiva, ella pudo reaccionar de una mala manera, eso hizo que cuando hicieras tu siguiente aproximación, esos sentimientos de rechazo afloraran y te generaran ansiedad, y ello se convirtió en algo que en Programación neurolingüística (PNL) llamamos “anclaje”.

Es ahí donde se encuentra el eje principal de este tema, cuando se genera esa ansiedad hacia esa persona con la que te gustaría hablar, se dice que tenemos MIEDO AL RECHAZO, lo que descubrí durante estos años de interacción, es que el miedo al rechazo no existe, lo que existe, en realidad, se llama TEMOR DE PERDIDA.

Cuando veo a una hermosa mujer, y noto algo interesante o atractivo en ella, me detengo unos minutos (1 o 2, no te quedes mirándola con cara de ciervo paralizado sin sonreír o al menos decir “Hola”) para calibrar su actitud, para luego decidir si vale la pena hablar con ella. Si decido que es una persona agradable, empieza a aflorar en mí la ansiedad al abordaje, es algo normal que jamás te abandonara. Como cuando tienes una presentación musical o teatral, y cuando se acerca la hora, los nervios se empiezan a apoderar de ti, no debes permitir que esa ansiedad te impida hablar con esa persona.

Entonces cuando voy a acercarme a hablar con ella, empiezo a pensar en que debo ser lo suficientemente agradable, interesante y divertido para NO PERDER LA OPORTUNIDAD CON ELLA, mas no para QUE NO ME RECHACE. Mi temor principal, es arruinar lo que podría ser una oportunidad valiosa de seducción, el rechazo, en realidad, es algo secundario. Si llegase a ocurrir un rechazo, ten en cuenta que ello no significa que haya algo mal contigo, recuerda que eres el único a quien le importa su propio éxito, el fracaso es éxito si aprendes de él, o parafraseando al maestrísimo “perder es ganar un poco…”

Estadísticamente hablando de la regla 80/20. 80% de tus resultados, dependen del 20% de tus interacciones. Imagínate lo siguiente: llegas al bar, al pub, y en la noche hay aproximadamente 100 mujeres. De esas 100 mujeres solamente unas 20 mujeres, estarán receptivas, de humor y seguramente disponibles, no olvides además todos los hombres que andarán detrás de esas 20 hermosas mujeres. No es un juego justo, lo sé, si fuera fácil no sería divertido…

Ten en cuenta que esa alta tasa de porcentaje (80%) de mujeres no disponibles, es debido a:

- No quieren hablar con nadie en ese momento

- Algunas son lesbianas (No cuentan 50/50 ;))

- Algunas están comprometidas o en una relación estable.

- Algunas son frías y distantes.

- Algunas tienen mal carácter y una tuerca floja…

Aquí tienes algunas claves que debes tener en cuenta para tener el control de tus ansiedades a la hora de hablar con alguien que te guste:

  1. Haz una buena aproximación: La optima aproximación es aquella en que llegas con una muy buena energía y una sonrisa cálida, si ella no te está mirando no sonrías ampliamente, solo haz un pequeño esbozo de sonrisa, y cuando ella te mire, pum! Deja salir el resto de tu sonrisa, eso hará que ella te devuelva la sonrisa, al fin y al cabo, es un reflejo inconsciente, como cuando alguien te acerca la mano para saludarte. Esto te da vía libre para el siguiente paso.

  1. No te presentes: No, no y no, jamás lo hagas, simplemente empieza a hablar. Debes tener una razón válida para abordarla o se sentirá incomoda. Si te encuentras en un supermercado, pregúntale acerca de un producto que quieres comprar y no te decides por la marca. Si estas en el autobús, fíjate en algo que lleve puesto y pregúntale por él. Si estas comprando ropa, pídele su opinión, créeme, a las mujeres les encanta dar su opinión acerca de temas de actualidad y moda, etc.

  1. Mantente al control: Tu lenguaje corporal debes ser de alguien que se siente cómodo consigo mismo, debes mantener una respiración controlada, postura recta, no forzada, tus manos deben estar en un solo lugar, no en los bolsillos. Puedes incluso, colocar los pulgares en los bolsillos, esto da una fuerte presencia. No es fácil al principio, solo falsifícalo hasta que lo logres…

  1. Hazla reír: No hay mucho que decir en este punto, si no eres divertido, por definición, no eres interesante.

  1. No fuerces la conversación: Unos pocos minutos serán más que suficientes para que hables con ella y obtengas su e-mail, número, o preferiblemente una cita instantánea. No te quedes una hora hablando como un rehén recién liberado hasta que ella se aburra de ti y se vaya, recuerda que la escasez tiene un gran valor en este asunto.

  1. Cerrar el trato: Si concretaste una cita, no te desesperes por obtener algo de ella inmediatamente, eso es un pensamiento un tanto infantil. Cerrar con un beso es como bailar en la pista, muchas veces las mujeres no le dan mayor importancia. Ese beso debe tener una pequeña carga de compromiso y un mayor significado para que sea valioso. Ej.: “Te gustaría besarme, se que nos divertiremos este fin de semana cuando vayamos al concierto, por ahora podrías darme un beso para que me recuerdes”. Preocúpate por conocerla mejor, por hacerle pasar un rato memorable, y lo más importante, decidir si vale la pena invertir un poco más en ella y obtener la habilidad de hablar cómodamente con las mujeres. La habilidad viene antes que la gratificación, eso me recuerda que…

  1. Háblale de ser amigos primero: Decirle a una mujer que serán muy buenos amigos, quita la tensión que causan las “citas”, así se relajara contigo y no estará a la defensiva. Además es la mejor excusa para conocer profundamente a una mujer sin que tengas la necesidad de llevarte sorpresas por apresurar las cosas. He conocido mujeres atractivas que a simple vista parecen agradables, y por el afán de cerrar el trato, a la postre resultan ser horribles y desagradables personas, llenas de inseguridades (Posesivas) y drama (Histriónicas), oh cuanto drama…

Como último punto, pero no menos importante:


  1. Cuida tu grupo de referencia: Ten especial cuidado de la gente que te rodea. Hay muchas personas que les gusta que fracases, en el trabajo, en la universidad, en tu barrio. Recuerda que te vuelves como aquellos con quienes compartes tiempo trabajando y conversando. Personalmente me alejo de este tipo de gente resentida, que no ve la hora de que fracases para burlarse de ti y hablar a tus espaldas. Lo más triste de este asunto es que estas personas que te critican y se burlan, son las que más ansiosas están por hacer y obtener la mitad de las habilidades que tienes. Por lo menos tú lo intentas. Ellos morirán con una placa de honor por su inacción. Sobra decir que debes rodearte de personas exitosas, positivas y agradables, que hagan de tus fracasos, algo divertido, para eso son los verdaderos amigos.

El éxito proviene de ser fluido. Bruce lee hablo hace unas décadas sobre este principio. “Se agua, mi amigo”. Debes como el agua, no como la roca, debes ser capaz de flexibilizar tu mente y adaptarte a cada situación. No se traduce en que debes ser otra persona, seguirás siendo el mismo pero con nuevas habilidades, una persona divertida, confiada y con la suficiente experiencia para hacer de tu éxito emocional algo fantástico y emocionante.

Espero que hayas pasado una grandiosa navidad. Aprovecha estos días para descansar un poco, para confesar lo inconfesable a la persona que te gusta, estar al lado de la gente que estimas, y por supuesto, para seguir acompañándome en este gran camino de las Habilidades Sociales. Hasta el año que viene…

Un abrazo!

Alfredo Rodríguez - Departamento de Habilidades Sociales

habilidadsocialcomunicativa.blogspot.com

luisalfrodriguez@hotmail.com

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